Cada entrega del Pañuelo de las Madres es una forma de agradecer el trabajo realizado, reconocer el compromiso, la trayectoria de vida de diferentes referentes del arte, la cultura, la política, la academia. Es el símbolo más importante de las Madres, "símbolo de lucha, de resistencia, de amor y de compromiso con la Patria", explicaron en la entrega del pañurelo a León Gieco. 

Horacio González, Susana Rinaldi, Teresa Parodi, Dilma Rousseff, Rafael Correa, la directora de Página/12 Nora Veiras, Víctor Hugo Morales, el titular del grupo Octubre Víctor Santa María, Alejandro Kaufman, Daniel Catalano, Walter Correa, Roberto Baradel, Amado Boudou, los Curas en Opción por los Pobres, son algunos de los que recibieron este reconocimiento antes. Y también el Papa Francisco, a quien Hebe le llevó el pañuelo al Vaticano. 

La historia de la entrega del pañuelo, recuerda Demetrio Iramain en diálogo con Página/12, comienza de algún modo en 1998, cundo la banda irlandesa U2 vino a Buenos Aires, y Bono invitó a las Madres al escenario. "Ese mismo día se había intentado anular las leyes de Punto Final y Obediencia Debida en el Congreso, había cierta esperanza. Pero finalmente ni siquiera lograron el quorum, ni las dejar entrar al Congreso a las Madres. En el medio cambiaron anulación por derogación, de modo que cualquier cambio operaba hacia adelante, no en lo ya actuado. Después de ser tan maltratadas, el mismo día, U2 las invitó al escenario en River, mientras cantaban "Mother". Fue un momento muy fuerte. Y Hebe, sin que sea planeado, se saca el pañuelo y se lo da a Bono. Fue la primera vez que, espontáneamente, las Madres entregaron el pañuelo. A partir de ahí, instituyeron la entrega como su mayor símbolo", repasa.  

Estaba previsto entregarle el pañuelo a León antes del fallecimiento de Hebe de Bonafini. Lo retoman ahora las Madres Pina, Visitación, Carmen, Irene, Sara, todos y todas las que hacen el ECuNHi (Espacio Cultural Nuestros Hijos), quienes militan en la Asociación, en la Universidad de las Madres. "Hebe no está pero la lucha sigue, y seguirá en las nuevas generaciones. Y e pañuelo sigue siendo el símbolo más potente de la lucha y la democracia argentina", explican.  

"Ese pañuelo tiene escrito el proceso de socialización de la maternidad que es una de las claves de la lucha de las Madres", agregan sobre la consigna "Aparición con vida de los desaparecidos. Asociación Madres de Plaza de Mayo", el bordado que usan desde hace varios años, del que históricamente se encargaba la Madre Rosita de Camarotti, ya fallecida. Tiene escrita, también, una historia que comenzó cuando la tela era la de un pañal, todavía en dictadura. "La dictadura empezó a morir el 1° de junio de 1978. No se dieron cuenta de que una cámara holandesa captaba el grito de las Madres, y que ese grito comenzaba a dar vueltas al mundo", recordó Gustavo Campana. 

Bordado, pensado y elegido por las Madres, el pañuelo condensa una historia de lucha, la historia de la Asociación Madres de Plaza de Mayo. Y también la historia de un país.